LA MAYOR MORATORIA DE LA HISTORIA

 La historia de deuda externa argentina comenzó al producirse su octavo año como país independiente, su primer empréstito tuvo lugar con Baring Brothers, banco privado inglés en 1824. Esto pone de manifiesto que la historia de endeudamiento argentino proviene desde hace doscientos años, y es que si por algo se caracteriza esta economía es por su “pesada herencia”. 

 

Sin embargo, el suceso más determinante en la historia económica del país procede del año 2001, cuando el Presidente Adolfo Rodríguez Saá anunció el cese de pagos de deuda que ascendían a 144.279 millones de dólares (representaban el 53,8% del PIB, y de la cual el 97% se había contraído en moneda extranjera, 70% con acreedores privados, 22% con organismos internacionales) lo que supuso la mayor moratoria de la historia. Dicha recesión se produjo a causa de una caída de casi el 30% del PIB, un aumento del desempleo hasta el 20% así como la aparición del determinado “corralito financiero”, que supuso la restricción de la libre disposición de dinero en efectivo de plazos fijos, cuentas corrientes y cajas de ahorros impuesta por el Gobierno. 

 

Argentina se encontraba en una recesión desde 1998. Los problemas se agudizaron cuando los mercados internacionales de deuda y el Fondo Monetario Internacional (FMI) le retiraron el apoyo al país, el Tesoro y las provincias se quedaron sin financiación, se aceleró la dolarización de los depósitos y su salida de los bancos y las reservas monetarias cayeron en picada. 

 

Sin embargo, las consecuencias de la recesión de 2001 aún mantienen secuelas en la actualidad y es que, dicha crisis del sistema financiero ocasionó el derrumbe de la economía en un 10,9% en 2002, disparando la tasa de la pobreza a un 57,5% y el desempleo hasta un 24,1%. Cabe destacar que la posible recuperación del país se vio afectada por una profunda recesión que tuvo lugar entre 2018 y 2020, por lo que hoy en día el país permanece endeudado, con una alta tasa de inflación y problemas fiscales. 

 

Para dar solución a este problema, Argentina pidió ayuda al FMI por valor de 44.200 millones de dólares, deuda que al no poder financiar trata de renegociar. Y es que, todo esto ha conllevado un periodo económico marcado por la inflación, concretamente, este año asciende a un valor cercano al 50% si bien durante 2002 era menor, con un 41%. 

 

Todo ello, pone de manifiesto la grave desestructuración económica de la región así como el uso de políticas inadecuadas hacia el crecimiento económico. 


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