AFGANISTÁN Y LOS TALIBANES

 Afganistán se trata de un país perteneciente a los emiratos árabes caracterizado por ser una de las economías más pobres del mundo, y es que cerca del 40% de su población vive actualmente por debajo del umbral de la pobreza. Tras 2001, se produjeron numerosos avances llevando a un aumento del 21% del PIB hasta 2009, las mejoras posteriores, sin embargo, fueron menos significativas, aunque también favorables. Afganistán, posee una pequeña clase media educada, pero también una economía devastada por la guerra y la corrupción, y muy dependiente de la ayuda exterior. 

 

Sin embargo, después de casi 20 años de combates, el Gobierno estadounidense firmó un acuerdo con los insurgentes talibanes en febrero. Washington se comprometió a retirar las tropas y los talibanes a impedir que los terroristas utilizaran el país como base de operaciones y a iniciar conversaciones con el Ejecutivo afgano. Todo ello, sumió a Afganistán en una crisis económica sin precedentes, y es que, sin la generosa ayuda exterior y con las reservas del país congeladas en bancos extranjeros, los talibanes no pueden pagar salarios ni importar bienes esenciales; millones de personas están abocadas a pasar hambre. A causa del rápido aumento de los precios de productos como la harina, el aceite y el arroz han participado a la creación de este contexto. La ausencia de un Gobierno ha sumergido al país en una crisis de liquidez con una población enorme frente a los pocos bancos abiertos que puedan emitir algo de efectivo, permaneciendo la mayor parte de las entidades bancarias cerradas tras la toma de Kabul y las únicas abiertas permiten una retirada máxima semanal de 200 dólares, límite impuesto por los talibanes. 

 

En este momento, los talibanes solicitan la ayuda internacional como subsidio para la reactivación de la economía. Pidiendo la llegada de inversores asegurando un entorno estable y seguro donde invertir. Con ello, los talibanes enfatizaron que el objetivo de su llegada al poder era la de reconstruir el país para lo que necesitan de la confianza de la comunidad internacional. Sin embargo, sus reclamos no hacen más que revocar a la ciudadanía el marco político e ideológico que caracteriza su política, represión de los derechos fundamentales de las mujeres (https://www.abc.es/internacional/abci-29-prohibiciones-talibanes-mujeres-nsv-202108171722_noticia.html).

 

En lo que se refiere a las relaciones de los propios emiratos, cabe destacar que los Emiratos Árabes Unidos (EAU) tomaron la decisión de romper sus relaciones diplomáticas con el régimen que gobierna en Kabul, sumiendo a la nación en un mayor aislamiento. Dicha decisión también se encuentra muy entroncada con los esfuerzos de los Emiratos para convencer a los talibanes de responder positivamente antes lo requerimientos del Consejo de Seguridad de la ONU. 



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